sábado, 4 de septiembre de 2010

Pequeña fuga dominical en Mi Mayor.


Iris considera que las preocupaciones se disipan con desayunos de música, chocolate y dulces. A veces añade algo más pero cuando no lo hay se conforma con lo que tiene -lo poco siempre es mucho- defiende.

Esa mañana de septiembre disfrutó de uno de sus Momentos Wendy en los que escapaba con Peter Pan antes de crecer . "La primavera sólo dura un minuto" decía Sabina, y ella estaba convencida de que uno no debiera ser tan estúpido como para dejarlo escapar ...

- !No se trata aferrarte a cosas, ni en pensar en grandes hazañas....! - clamaba.

Así se explayaba en su Carpe Diem particular, en la más pura esencia del mismo, en pequeñito... -¿quién quiere cosas grandes? -rumiaba-

De ese modo y de vez en cuando escapaba de la velocidad que se sucedía cinco pisos más abajo -en el mundo real-, velocidad que se entretejía en una urdimbre de responsabilidades in-necesarias para poder obtener lo que ansiaba y que la movía hacia delante aunque los precipicios que minaban el camino la quisieran amilanar con sus caída en picado.

Sabina y Murakami la ayudaban en esos lapsus existenciales, las revistas de viaje también pero el ansia de libertad más.
Y ante un desayuno como ese sin pensar en nada ni en nadie, ella se sentía un poquito más libre.

Esta fue una de sus pequeñas e improvisadas Fugas dominicales en Mi Mayor.

Escuchando: Bach, J.s.: Fugue in C Major, Bwv 953.

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