MADRID, MINISTERIO DEL INTERIOR;
04 AGOSTO 2011 , 22: 45 HORAS
... UN DESPUÉS NO ESPERADO ...
... contado desde primera persona, como preámbulo a la narración
de lo que fue un inicio pacífico sin más expectativa que la de la protesta.
Allí los presentes no esperábamos lo que vendría después.
Una vez desplegados en formación la primera tanda de antidisturbios,
llegaron otros tantos desde Colón bloqueando el paseo.
En avanzadilla llegaron a la altura del Ministerio y fue entonces cuando dio inicio la siguiente carga contra los manifestantes barriendo todo a su paso.
Una vez desplegados en formación la primera tanda de antidisturbios,
llegaron otros tantos desde Colón bloqueando el paseo.
En avanzadilla llegaron a la altura del Ministerio y fue entonces cuando dio inicio la siguiente carga contra los manifestantes barriendo todo a su paso.
A pesar de pedir auxilio para los heridos nos informaron, las ambulancias mismas, que tenían vetado el paso.
Para que los primeros heridos fueran atendidos, debieron pasar más de quince minutos desde la primera carga.
Estos buscaban a la prensa para denunciar lo sucedido. Muy pocos medios realmente estuvieron allí.
Aunque quizás lo más sorprendente fue ver cómo un importante periódico de tirada nacional cubría la noticia.
Envíaba a una "periodista" que llegó cuando la acción había acabado y preguntaba -increpando a la veracidad- lo que había sucedido para dar la noticia.
Lo más inaudito fue verla correr atemorizada, cuando aparecieron los antidisturbios ya en retirada.
Aunque quizás lo más sorprendente fue ver cómo un importante periódico de tirada nacional cubría la noticia.
Envíaba a una "periodista" que llegó cuando la acción había acabado y preguntaba -increpando a la veracidad- lo que había sucedido para dar la noticia.
Lo más inaudito fue verla correr atemorizada, cuando aparecieron los antidisturbios ya en retirada.
Aquí dio inicio mi marcha personal.
Allí se decidió marchar en protesta, e iniciamos nuestro caminar con un primer destino: Preciados, pero continuamos por Callao para acabar bajando por Gran Vía.
En una rápida sentada se decidió continuar hacia Serrano, y allí en un principio nos dirigíamos, pero no nos dejaron llegar.
Cruzamos Colón, increpamos a una verja vacía y la carga violenta no hizo más que empezar; despues de la "barrida", un destacamento se dirigió a Génova a cubrir otros puntos.
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